Yo hace muuuucho tiempo, justo cuando dejé de correr en karts (año 82), me compré un coche de RC escala 1:8, un sport prototipo con motor de gasolina (un Picò de 3,5cc). En uno de los circuitos donde corría (en Boadilla del Monte) había también un circuito de RC y sabía que iba a tener mono de competición, así que pensé en meterme en este rollo. El primer día que saqué el coche en un aparcamiento perdió la comunicación y se estrelló solito contra un bordillo. Chásis doblado, a desmontar todo y llevarlo a que lo enderezaran (era una chapa de metal más dura que una piedra la jodía). A montar todo de nuevo y lo metí en el circuito. Me pasaba hasta el apuntador y me aburrí el mismo primer día. Además porque se ponía todo de mierda hasta arriba (se mezclaba el polvo y las chinitas con el aceite de la mezcla y se quedaba hecho un barrizal que casi había que desmontar el coche entero para limpiarlo). Así que por eso, sumado a que no es lo mismo pilotar a distancia que dentro del coche, le di boleto rápido. Me compré un Tamiya eléctrico (un Audi Quattro de rallies) que todavía tengo pero que he sacado cuatro veces, una de ellas me golpeó otro y me rompió un trapecio de la suspensión. Y ahora tiene otra cosa rota en la dirección. En fin, aburrido está y cogiendo polvo en el sótano desde hace muchos años. Está claro que no es lo mío.