La proporción de la carrocería del nuevo Volkswagen Passat 2015, la octava generación de esta berlina de segmento D, hace que el coche no parezca tan largo en persona como realmente es. El corto voladizo delantero y un tercer volumen disimulado por una caída del techo redondeada, suave y alargada ayudan a esta percepción.
Hay diferentes detalles que se aprecian en persona al detenerse a verlo sin prisas. Se recurre a múltiples curvaturas de la chapa, nervaduras y ángulos, por ejemplo en las aletas en el capó y en frontal, y confieren al nuevo Volkswagen Passat 2015 una identidad más compleja y algo más agresiva y dinámica.

Volkswagen Passat 2015: cambia, pero mantiene el estilo

El coche es completamente nuevo, no se trata de un restyling, que conste, y tanto la plataforma como la carrocería son nuevas. Exteriormente recuerda a la anterior generación, y todo tiene cierto aire familiar, pero a la vez cambia notablemente y se ve claramente que es nuevo. Es ese cambio continuista que tan bien le funciona a Volkswagen.
En el interior sucede algo parecido, pero quizás más que en el exterior. Es nuevo, cambia, pero el diseño mantiene cierto parecido con el anterior. El salpicadero es de proporción horizontal y todo está ordenado y en su sitio.
Hay muchos elementos compartidos con un Volkswagen Golf VII, como el volante, el cuadro de instrumentos analógico (el digital no, que es nuevo y lo estrena el Passat), el sistema multimedia con pantalla táctil, el climatizador, la palanca de cambio, el interruptor del freno de mano o el resposabrazos central.

Salvo por el diferente diseño y materiales, uno no puede evitar sentirse casi como si estuviera al volante de un Volkswagen Golf de séptima generación, incluso por las cotas del puesto de conducción.
Se emplean materiales con una apariencia visual de alta calidad, y las partes más altas y tocables son de material acolchado muy agradable, tanto al tacto como a la vista. Según bajamos encontramos plásticos revestidos, con tacto gomoso, pero no acolchado y en las zonas más apartados plástico duro.
Hay detalles que alejan al nuevo Passat de lo que solía ser un Volkswagen tradicionalmente: un coche alemán austero. La verdad es que se emplean diferentes materiales que enriquecen visualmente el interior: la consola central y la franja superior de las rejillas de aire y cuadro de instrumentos está revestida con un plástico negro brillante, y además hay franjas decorativas por debajo, en aluminio o en madera, junto con una sutil modura en cromo mate que puede tener luz según versiones.

Destacaría de todas la franja de madera oscura en acabado satinado, realmente bonita y elegante. El ajuste de esta franja es un poco extraño, mientras que la de madera estaba perfectamente ajustada con una junta mínima con las otras piezas, la de aluminio de otra unidad dejaba una junta abierta que no es admisible en un coche así. Esto quizás se deba al hecho de ser unas primeras unidades de producción, que todavía no suelen estar perfectas.
Hay varios colores del ambiente interior, pude conducir el interior beige claro, muy bonito y luminoso, pero me temo que muy poco sufrido, y un interior marrón chocolate, que gustó de verdad.
Todos los huecos para dejar objetos están revestidos, ya sea con goma ya sea con moqueta. La guantera, con el módulo con las entradas del equipo multimedia instalado en la parte superior, no es muy grande, y tampoco lo es el hueco con tapa que hay delante de la palanca de cambio. Tampoco había cajones debajo de los asientos delanteros, y tuve la sensación de que faltaba espacio para dejar cosas.

Interior muy espacioso y maletero muy grande

De la ergonomía del puesto de conducción solo se puede destacar como mejorable que con el cambio manual, al insertar, primera, tercera o quinta, la palanca queda muy cerca de los mandos del climatizador y puede ser un poco más difícil su accionamiento. Por lo demás, todo está bien colocado y a mano.
Es fácil encontrar una posición de conducción cómoda, con volante regulable tanto en altura como en profundidad y con asientos con regulación en altura y también lumbar. Todas las unidades que probamos equipaban asientos deportivos ergonómicos y eléctricos, pero estos son opcionales. Son asientos más bien duros en la zona lumbar, y que sujetan muy bien frente a los movimientos laterales.
El nuevo Passat hace honor al espacio que siempre ha disfrutado. El habitáculo es muy espacioso, hay anchura más que suficiente, la altura libre al techo permite acomodar bien a personas altas, y aunque el coche es algo más bajo ahora que antes, y en la berlina el techo cae hacia la luna y maletero, no hay problema de altura libre en las plazas posteriores.
Estas plazas probablemente sean las más indicadas para viajar en el nuevo Passat pues tienen un espacio longitudinal para las piernas y pies muy generoso y sobresaliente. El maletero también lo es (586 l en la berlina), sobre todo porque tiene mucho fondo pero también es bastante alto, y por ejemplo caben de pie maletas de alto 55 cm, las típicas para volar en avión y llevarlas en cabina. En el Passat Variant el maletero es de 650 litros. Tiene un poco de doble fondo.

Al volante del nuevo Passat

Las tres unidades que hemos probado, berlina gasolina 1.4 TSI de 150 CV ACT con cambio manual, berlina diésel 2.0 TDI 150 CV con cambio automático DSG y familiar 2.0 BiTDI de 240 CV con cambio automático DSG y tracción 4motion, equipaban la suspensión dinámica DCC, opcional, que significa que uno puede elegir varios niveles de dureza del tarado.
En los tres casos hay que destacar el gran balance que se ha conseguido en el comportamiento del coche, que se conduce con gran facilidad y confianza. Traza curvas con aplomo y agilidad, es muy noble de reacciones, incluso cuando se frena en apoyo y la zaga no se descoloca fácilmente. Por cierto, uno tiene la sensación de conducir un coche más pequeño, y su tacto general me ha recordado mucho al del Volkswagen Golf 7 (y claro, compartiendo plataforma, no es de extrañar).
Además la suspensión filtra muy bien los baches e irregularidades de la calzada, y apenas sin cabeceo, y balanceando la carrocería también poco, resulta un coche muy cómodo, y eso que las llantas ya eran bastante grandes, de 18 pulgadas.

La dirección además responde con precisión y fiabilidad, y aunque no tiene un mal tacto, pues no resulta demasiado asistida, tampoco transmite demasiado. Aún así es agradable de conducir. El tacto de los pedales también es satisfactorio y en el caso del cambio manual de seis velocidades, se puede decir lo mismo, es preciso y firme, sin ser muy duro ni muy blando, y se introducen marchas con cierta rapidez. La palanca quizás pueda queda un poco alta y a mano.
Del tacto general del coche no se puede decir otra cosa más que es muy correcto. Sobre la insonorización cabe decir que el motor de gasolina se oye muy poco, aunque en el diésel se percibe más, sin ser exagerado. El ruido de rodadura también es contenido, teniendo en cuentas que todas la unidades montaban neumáticos muy anchos (235) y perfil bajo. El ruido aerodinámico me ha parecido muy bajo, y el ruido que llegaba de otros vehículos también.
Todas las puertas llevan doble junta de goma perimetral continua, en el marco y en la puerta. Conviene decir que todas la unidades de la prueba llevaban las ventanillas con vidrio laminado de dos capas, que mejora el aislamiento a ruido aéreo, pero es un equipamiento opcional. Con las ventanillas normales de serie, de vidrio monolítico, debería oírse un poco más de ruido, pero no podemos decir cuánto.

Gasolina: 1.4 TSI 150 CV ACT manual

El motor de gasolina turbo de 150 CV lleva sistema de desconexión de dos cilindros, para rebajar unas décimas el consumo. Esta funciona con frecuencia, por ejemplo al llanear después de acelerar y levantar el pie del pedal, aunque por sonido es complicadísimo darse cuenta, y uno se entera porque se muestra en la pantalla central del cuadro de instrumentos el mensaje "Modo 2 cilindros".
Es un motor muy satisfactorio de conducir, muy refinado y muy silencioso, no transmite ni una sola vibración y al acelerar con decisión y subir de vueltas tiene un sonido amortiguado y agradable. Además es un motor que responde bien desde unas 1600 rpm y se muestra muy lineal y suave. No obliga a cambiar de marcha cada dos por tres si no queremos, pues se puede conducir tranquilamente entre las 1600 y las 2200 vueltas.
Es difícil hablar de consumo porque el trayecto fue muy dispar y por carreteras secundarias con bastantes curvas y algo de pendiente. Con un estilo de conducción animado vino a marcar un consumo medio de unos 9 l/100 km, pero estoy convencido de que en llano y conduciendo con tranquilidad se puede rebajar esa cifra. Es un motor que gustará a muchos conductores y me parece muy recomendable en el Passat (a falta de tener una prueba de consumo realista).

Diésel: 2.0 TDI 150 CV DSG 6

El motor turbodiésel de 150 CV es ya conocido en el grupo Volkswagen, es un motor que también va bien, y que tiene mucho par motor, eso sí, por encima de unas 1500 rpm, pues por debajo se muestra un poco apagado. Inevitablemente se nota un poco más rumoroso que el motor de gasolina, sobre todo al ralentí, aunque el ruido se nota muy amortiguado.
El cambio DSG de 6 velocidades funciona muy bien, y diría que ha mejorado un poco la suavidad en las maniobras a baja velocidad, por ejemplo al aparcar y jugar con la marcha atrás y la marcha adelante.
El cambio tiene dos modos de funcionamiento, D, el normal, y el S, Sport. Habría que decir que el modo D más que normal parece modo Eco, porque tiene a llevar el motor bajísimo de vueltas, alrededor de las 1200 rpm. Si uno está llaneando sin prisas puede ser razonable, pero en una carretera secundaria con cambios de pendiente y curvas, lleva el motor un poco muerto y en este caso se hace casi imprescindible pasar al modo S que viene a llevar el motor girando unas 500 rpm más. Con un ritmo rápido por esas carreteras secundarias vino a tener un consumo combinado de unos 8 l/100 km.

2.0 BiTDI 240 CV DSG 7 4motion

El último motor que probamos fue el nuevo 2.0 TDI biturbo de 240 CV y 500 Nm de par, y con carrocería familiar, el Passat Variant. También con cambio DSG, pero nuevo, de 7 velocidades, y que no es la misma caja que la DSG 7 "pequeña" que se monta en motores de hasta 250 Nm de par, con embrague en seco. También inseparablemente viene con tracción a las cuatro ruedas 4motion.
Este motor está basado en el 2.0 TDI de 150 CV conocido, y además de los dos turbos se ha reforzado la culata, los pistones, las bielas, el cigüeñal, los bujes y los cojinetes para soportar los 240 CV. Los dos turbos se compensan, hay uno pequeño de geometría variable que actúa a bajo régimen, y luego uno más grande y de geometría fija que actúa a más régimen.
La verdad es que este motor va realmente bien, y es una especie de motor con doble personalidad, según quiera conducirlo el conductor. Se puede llevar como un corderito manso, sin acelerar mucho y con mucha suavidad, sin ir por eso lento, o se puede convertir en un deportivo más que enérgico con una aceleración notable. Ojo que además el motor estira bastante para ser diésel y al subir de vueltas suena bastante bien.

Tengo que decir lo mismo de la caja de cambios automática de doble embrague, en el modo D viene a llevar al motor con un régimen de giro muy bajo, aunque menos mal que con tanto par se muestra con fuerza suficiente si uno no tiene prisas, incluso yendo a tan bajo régimen (unas 1100 rpm). En el modo S se disfruta mucho más, y cambia con suavidad y rapidez.
Se agarra muy bien al asfalto y la tracción a las cuatro ruedas viene muy bien para quien conduzca muy rápido o para situaciones de pavimento deslizante, donde la mejora de seguridad que aporta se agradece.
Al ser la versión familiar diría que la suspensión trasera me ha parecido ligeramente más dura, pero por lo demás, sigue trazando muy bien las curvas con agilidad y sigue siendo un coche con una conducción sobresaliente. Con una conducción rápida por carretera secundaria con curvas y desniveles, la computadora indicó un consumo medio de unos 8,3 l/100 km.
Para terminar, y como resumen, se puede decir que el nuevo Volkswagen Passat 2015 es un coche correctísimo y bien hecho, que uno no se cansa de conducir. Habrá que ver los precios finales con los descuentos, campañanas y ofertas que aplique Volkswagen, pues en el segmento D de berlinas hay varios modelos sobresalientes, y muy duros competidores, como por ejemplo el nuevo Ford Mondeo, que tiene una conducción también muy buena y que diría que es incluso un poco más silencioso (que no sé si es por el sistema activo de cancelación de ruido).

Los gastos del viaje para asistir a la presentación han sido asumidos por Ford. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.
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La noticia Volkswagen Passat 2015, toma de contacto fue publicada originalmente en Motorpasion por Ibáñez .









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