¡Madre mía, qué subnormal! Y la toma con el coche, cuando es él el torpe y burro. Ya meterse donde se metió es de gilipollas, pero no poder sacarlo clama al cielo. Y encima destroza su coche (a no ser que fuera robado, que no me extrañaría). Coño, pon peso en el morro (que se sienten encima las putonas) y te agarrarán las ruedas, lo habría sacado en nada. Eso sí, debía ir colocado hasta las trancas. Y ya lo que tiene delito es que los acompañantes, viendo como estaba el conductor, se monten con él. Vamos, ni loco me monto yo con ese individuo. Qué lástima ver a lo que puede llegar el ser humano.