Bueeeeno, te creeeeo. Pero aunque no falle nada el que falla soy yo, que voy giñao, ja, ja... Cada vez que tengo que volar me tomo un par de pastillitas que descubrí y ni me entero (ansiedad cero), pero me sigue dando yuyu. Y mira que he tenido que volar por mi trabajo, pero no me hace gracia, lo siento. ¡Y pensar que de joven quería ser piloto...!